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18 mayo 2013

Carlos Fosca: "La estructura de la PUCP es sui generis"


Entrevista.

Imbuidos en las exigencias académicas de la vida universitaria, es probable que los alumnos de pregrado de la PUCP se hayan olvidado que pronto se anunciará el aumento con el que deberán cargar en el precio de sus boletas el próximo año. El disgusto con la cifra que aparece en los recibos flota por el campus a lo largo del año, pero solo se traduce en un plantón de regular asistencia hacia diciembre.


La inacción se deriva del desconocimiento. Nadie parece saber qué pasa con el manejo financiero de la universidad que les cuesta entre 1000 y 3200 soles. Carlos Fosca, el vicerrector administrativo que reconoce estos problemas de comunicación, me recibió en su despacho luego de una serie de negativas de otros funcionarios de menor rango y del propio rector, Marcial Rubio; para poder, por fin, escuchar una explicación oficial fuera de la seguridad del PuntoEdu o de la simple presentación de cifras en la página web. ¿Qué pasa con las pensiones según la misma universidad?




¿Elitización o más poder adquisitivo?

¿Si los sueldos de las personas que pagan las pensiones no suben a la misma velocidad que estas, la universidad no terminaría perdiendo su carácter inclusivo?

En ese caso, tendríamos que afirmar que los trabajadores deberían subvencionar los estudios de los estudiantes. Eso sería completamente inviable, los profesores no vendrían. En estos momentos, el desarrollo del país es tan grande que tenemos serios problemas para mantener personal dentro de la universidad. Nosotros no podemos competir con los sueldos que se pagan en las empresas, por lo que profesionales en distintas áreas se nos están yendo. Estamos en una etapa de fuerte competencia porque el país tiene una gran demanda insatisfecha de profesionales de buena calidad.

¿A qué sector socioeconómico de esta demanda se enfoca la PUCP? 

Los estudiantes que postulan tienen el mismo perfil de hace muchos años, pero el desarrollo del país ha hecho que ahora tengan un nivel socioeconómico mas alto. Los de niveles más bajos ni siquiera están postulando. ¿Deberíamos tratar de captarlos? Claro que sí.

Se observa una paulatina disminución de alumnos matriculados en escala 1, habiendo solo 8% este año. ¿Esta es una nueva política de la universidad?

Es consecuencia del desarrollo económico del país. De los estudiantes que logran ingresar, menos del 5% dejan de matricularse por distintas razones, no son solo económicas. Esto nos demuestra que no hay postulantes incapaces de estudiar aquí. Nuestra propuesta para recibir a aquellos que ni siquiera pueden pagar la escala 1 y tienen las aptitudes académicas para estudiar en la PUCP es otorgar becas o crédito estudiantil. Se ha creado la Beca 18, en la que estamos tratando de apoyarnos para traer estudiantes de muy bajos recursos. Pero pretender, por ejemplo, crear la escala 0 nos pone en aprietos económicos.

¿Por qué cuando uno accede al crédito educativo, aunque sea de escala 1 o 2, tiene que pagar como si fuera de escala 3, 4 o 5?

Si otorgamos un crédito es para que, por lo menos, los costos educativos sean cubiertos. Si no, estaríamos subvencionando además de darles el crédito. Crédito significa que lo puedes pagar después, ¿y encima lo pagas a un costo que es más bajo que el servicio que se te está dando? No tiene mucho sentido.

El profesor de economía José Rodríguez me dijo en una entrevista que la PUCP no podía pretender cubrir lo que el Estado debía cubrir: la educación para los más pobres. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?

Totalmente. Las escalas de pensiones en universidades privadas fueron creadas en el país por decisión de la PUCP hace cerca de 50 años, por unas circunstancias de país muy particulares. Ahora, el país está creciendo y la sociedad está demandando gente muy calificada. Necesitamos desarrollar investigación y eso no puede ser solventado por una universidad privada, sino que debe partir del Estado.

Si lo ponemos en el sistema de escalas, ¿en dónde estaría el costo real de estudiar en la Católica?

Si decidiéramos que todos los estudiantes paguen una escala, es decir, prorrateáramos los costos actuales entre el numero de estudiantes, obviamente nos va a salir una escala menor que la 5. Pero si asumimos que tiene que haber una diferenciación por capacidades de pago, ni siquiera la escala 5 puede cubrir esos costos. El costo real va a depender de cuál es el criterio para asignarlo. ¿Qué pasa si planteo en estos momentos que el costo real es la escala, por ejemplo, 4? Los estudiantes de la escala 5 van a sentir que están pagando de más y van a preguntarse por qué tienen que hacerlo.

¿Cómo ve el rectorado a las escalas? ¿Un derecho, una subvención?

Son una decisión de la institución de poder tener en sus aulas a estudiantes de distintos estratos socioeconómicos. En consecuencia, aunque en el tiempo se ha considerado como un derecho, los estudiantes también deberían tener deberes al respecto. No es solamente un beneficio para ellos. Si siguen pensando que tienen el derecho a pagar los estudios de alta calidad de acuerdo a sus posibilidades económicas, independientemente del costo real, cuando egresen no tendrían por qué apoyarnos a seguir haciendo lo mismo. Por ende, ahí hay un discurso que tenemos que cambiar.


Problemas de comunicación: ¿Por qué los alumnos no saben nada?

Cuando el problema con el Vaticano cobró importancia, el mismo rector hizo una conferencia frente a toda la comunidad universitaria en el Polideportivo explicando sus pormenores. ¿Por qué no se hace lo mismo con el tema de las boletas? Quizás no pueda responder por el rector, pero sí por usted mismo…

No tengo ningún inconveniente de hacerlo.

Entonces, ¿por qué no se ha tenido la iniciativa?

Porque honestamente hemos pensado que la información que brindamos es suficiente. Hemos creado la pagina web del vicerrectorado, donde está toda la información del plan que se está haciendo en la universidad. En una presentación es muy difícil que se pueda responder a todo el mundo. En cambio, si escriben a la página web, no tengo ningún inconveniente de responderles. Los problemas que tenemos siempre son en vísperas del aumento de las pensiones, es un tema coyuntural.

Vi, por primera vez desde que entré a la universidad, que en el PuntoEdu 250 se hablaba de los ingresos y egresos de la universidad de manera pública. ¿Se tiene alguna política de comunicación con el alumnado?

Desde el año 2010 hemos publicado en el PuntoEdu información acerca de la estructura económica de la universidad. Aunque no es precisamente un tema que cautive la atención como para sacar tantos números, lo hemos sacado en el número 183, 202 y en el 250 que mencionas. En la web de la universidad están los estados financieros. Si tratas de entrar a cualquier otra universidad privada a buscar esa información, te vas a dar cuenta que no existe.

¿Colgar esta información en Internet nace de una voluntad del rectorado o de un reclamo del alumnado?

De una voluntad del rectorado de ser completamente transparente. Es importante que toda la comunidad conozca que tenemos una estructura completamente distinta, no recibimos fondos de nadie y, además, el 40% del presupuesto lo cubre la matricula de los estudiantes de pregrado. Es realmente sui generis.

¿Es sostenible este modelo sui generis?

Buen punto. Creo honestamente que la universidad tiene que repensar esto. Se tiene que seguir pensando que no debería haber excusa económica para dejar de estudiar en la Católica, pero las escalas de pensiones no deberían ser la salida más importante para una universidad privada en momentos en que el país está en continuo desarrollo. Tenemos que apostar por apoyo del Estado y por crédito estudiantil. No a nivel de lo que ha ocurrido en Chile, donde se ha privatizado completamente la educación, pero sí a un nivel que le permita al estudiante poder pagar el crédito a futuro sin ningún problema.

¿Se dan los desagregados de las cifras económicas a los representantes estudiantiles?

Tenemos un estudiante en la Comisión Central de Presupuesto que se tira todo un semestre con nosotros viendo al detalle qué números son los que tienen las unidades, cuáles son los presupuestos de cada una y además opinando sobre si hay que darles, reducirles o exigirle más. Esto significa que hay una participación de estudiantes muy fuerte. A todos les gustaría ser ese estudiante de la comisión, pero no es posible. Los REAs también tienen el deber de comunicar estas cosas. Yo brindo la información a los representantes estudiantiles (REAs, FEPUC), pero no puedo llegar a los 18 mil estudiantes de esa manera.

¿Tiene alguna hipótesis sobre por qué los alumnos no revisan las cifras? (La última auditoría tiene menos de 600 descargas)

Como padre de familia, si el colegio de mis hijos tuviera las cifras económicas colgadas en la web, probablemente tampoco las revisaría, porque primero estaría pendiente de la calidad de la formación que les brinda. El tema económico es una preocupación desde la perspectiva del usuario, es decir del estudiante, cuando ve que el servicio educativo que está recibiendo no tiene correlato con lo que está pagando.

El modelo “sui generis”.

Según Sigrid Bazán, la relación entre administrativos y alumnos en la PUCP es de 9 a 1, lo cual nos ubica entre las dos universidades del mundo con más administrativos por alumno. ¿Este número se justifica, tomando en cuenta que la planilla es más del 50% de los egresos de la universidad?

El personal administrativo de la universidad es el reflejo del modelo de gestión económica que tiene. Si solo dependiéramos de las pensiones, no habría que contratar a tantos administrativos, solo al soporte central y a los que están en las facultades. Pero más del 50% de los ingresos no proviene de las boletas, sino que es generado por los académicos con grupos de administrativos. Entonces, INFOPUCP, Idiomas Católica, CENTRUM, Plaza San Miguel, etc., tienen una cantidad de personal que va incrementando la planilla, porque nuestro modelo de gestión tienen esas características. Sin embargo, sí coincido en que nuestro número de administrativos es elevadísimo.

En comparación con universidades de nuestro mismo nivel (UP, UL, UPC), tenemos pensiones similares, al menos las más altas, pero estas universidades no tienen las rentas de Plaza San Miguel y otros inmuebles que tenemos nosotros y que aparecen como el 13% de nuestros ingresos. ¿Por qué esto no baja el precio de nuestras boletas en comparación con las de ellos?

Porque las estructuras de costos de esas universidades son muy diferentes a las nuestras. Tenemos pensiones similares en las escalas altas, pero las escalas más bajas son de nosotros, lo cual ya reduce la cantidad de ingresos que tenemos comparativamente con ellas. Si a ello le sumas la actividad cultural que desarrollamos, las actividades de responsabilidad social, la cantidad de fondos que la universidad pone de sus propios recursos para impulsar la investigación, nuestros costos terminan siendo mucho más altos que los suyos. Por eso, a pesar de que nuestro presupuesto es el más alto de todas las universidades, el superávit que generan ellas es mucho mayor.

La UPC, por ejemplo, puede construir un campus de 20 millones de dólares, mientras que nosotros no tenemos un superávit capaz de poder fondear un proyecto así. El gran reto que tiene esta universidad es que, compitiendo con privadas que se dedican simplemente a la parte educativa, destine dinero a cosas que normalmente hacen las universidades públicas.

¿Actuar como una universidad pública y ser una con un modelo de cobro privado es un peso económico muy grande?

En un país como el nuestro, por el momento, es un reto enorme. En el último informe que ha sacado el ministro de educación de Chile, a raíz de la crisis educativa que vivieron, te das cuenta que allí las universidades publicas y, sobre todo, las privadas equivalentes a la nuestra como la PUC de Chile, recibe más del 30% de su presupuesto de fondos del Estado. En 2011 recibió 60 millones de dólares. Si nosotros recibiéramos solo la mitad de eso, podríamos tener estudiantes de los más bajos recursos estudiante aquí, como lo hacen ellos.

¿Cuánto se recibe de fondos del Estado actualmente?

Nada. Incluso, hacemos las veces de Estado. La PUCP tuvo que comprar la Filmoteca de Lima hace ocho años porque se estaba destrozando todo el patrimonio cultural filmográfico del país. Ahora la tenemos que conservar, incrementar y difundir. Otro ejemplo es el Festival Internacional de Cine de Lima (FIL) que es subvencionado al 70% por la universidad.

¿Cuánto de injerencia tuvo el alumnado en la toma de decisión sobre financiar la Filmoteca de Lima, por ejemplo?

Lo que pasa es que el estudiante no financia la Filmoteca de Lima. Son los otros ingresos los que están permitiendo hacer todas estas cosas. Hace unos meses, presenté a los REA cómo podemos distribuir el presupuesto para que se den cuenta que las pensiones de la universidad no cubren siquiera los servicios educativos básicos. Estamos en una situación que los estudiantes no entienden: la universidad ha reducido la parte porcentual de los ingresos que provienen de matriculas para una universidad que ahora está creciendo cada vez más.

Entonces, ¿qué ingresos financian ese crecimiento?

Por ejemplo, la formación continua, las rentas inmobiliarias o los servicios a la industria que hacemos. A futuro debemos generar más ingresos.

¿Cómo es ese plan?

Respecto a la investigación, deberíamos generar capacidades en la organización para obtener más fondos provenientes del exterior y del Estado, que ahora hay. Por ejemplo, creamos una oficina de gestión de proyectos con la Unión Europea, con la que hemos recolectado cerca de 4 millones de dólares en los últimos dos años para actividades de desarrollo tecnológico y responsabilidad social. La idea es que la investigación traiga fondos como lo hace en cualquier parte del mundo.

Hasta el 2008 se utilizó como criterio para determinar el alza en las pensiones la inflación en el sector educación. Luego se cambió al índice general, pero cuando este fue de solo 0,25%, se dijo que se tenía que utilizar el presupuesto operativo del año siguiente. ¿Los criterios inflacionarios fueron una excusa o fueron reales?

El índice de inflación en educación no refleja el aumento de precios del sector educativo superior y mucho menos el de la Universidad Católica, porque se construye para colegios públicos. Estos fueron criterios que se usaron en su momento, pero si solo se utiliza como pauta la inflación, no se está aumentando, simplemente se está equilibrando la pérdida de valor que ha tenido la moneda.

Luego se elaboró un informe, solicitado al profesor de economía José Gallardo, para saber realmente cuánto se había incrementado el precio de los servicios educativos. En él se plantean varias metodologías para establecer los incrementos que deberían tener las pensiones los próximos años para recuperar el valor del dinero perdido los años anteriores. Todos los indicadores superan bastante las proyecciones de inflación.

¿De dónde nace la idea de hacer este estudio?

Porque nosotros también consideramos que usar el índice de la inflación no es un criterio representativo. A nosotros se nos incrementan los servicios de agua, vigilancia, limpieza, etc., además, cada año, por un acuerdo con el sindicato, tenemos que aumentar un porcentaje la planilla, tanto para profesores como para trabajadores. Normalmente, nuestra política es hacerlo tomando como referencia al IPC. Si solamente incrementáramos las pensiones en el índice de la inflación, estaríamos cubriendo el incremento de sueldos y salarios de toda la comunidad universitaria.

En las auditorías hechas a los estados financieros que cuelga la universidad en su página web se observa un superávit y un aumento de efectivo a fin de año. Entonces, ¿por qué se dice que con el aumento en las boletas solo se cubre el sueldo de planilla y no hay ganancias?

No he dicho que no haya ganancias, sino que los aumentos de las pensiones cubren el aumento de la planilla. Cuando hay superávit, se lo invierte completamente. Hoy en día, más que nunca, no puede haber una universidad que no genere superávit, porque si no, no te mantienes como la universidad líder en el país. Todas las otras universidades tienen niveles de inversión brutales. Por eso, en la Comisión Central de Presupuesto procuramos que haya unidades que generen ingresos para que puedan cubrir aquellas unidades que, por su misión, no están pensadas para generarlos.

¿Cuáles son estas unidades superavitarias?

Por ejemplo, Plaza San Miguel, Idiomas Católica, Ceprepuc, Info-pucp.

¿Y a cuáles se subvenciona?

Al Instituto Riva-Agüero, al Centro Cultural (CCPUCP), todos los institutos de investigación y los centros de difusión cultural que tiene la universidad, que son un montón. Además, a algunas facultades que tienen pocos estudiantes.


Líderes en investigación: ¿Cuánto nos vale?

Dado que se necesita tener superávit para invertirlo, ¿qué criterios se utilizan para determinar si las inversiones benefician a los alumnos?

Tenemos un Plan Estratégico al 2017, que es cuando cumplimos 100 años, en el que se establece que queremos llegar a ser una universidad con excelencia en la de investigación. Esa transformación significa una inversión muy fuerte en infraestructura y recursos humanos. Implica aumentar nuestros profesores con doctorado, otorgar más becas y fondos para investigación, mejorar sustancialmente la infraestructura de laboratorios. Obviamente, la investigación no nos va a generar recursos, por eso estamos invirtiendo en unidades que sí lo hagan: poniendo otro local de Idiomas Católica en Miraflores, aumentando pisos en el de Pueblo Libre, haciendo inversiones en Plaza San Miguel, impulsando un edificio de 60 aulas en el campus para que en la noche podamos tener más oferta de formación continua (que representa el 20% de nuestros ingresos). Estamos tratando de unir todas estas estrategias en el plan de inversiones trienal que termina en 2014 y que hemos aprobado este año ante el Consejo Universitario.

¿Cuál es el beneficio directo para los alumnos de convertirse en una universidad líder en investigación?

Ellos valoran lo que reciben en ese momento. La investigación es un valor agregado indirecto que solamente van a valorar cuando lo vivan a través de un trabajo de tesis o de proyectos de investigación en los que colaboren como asistentes.

El precio de las boletas ha subido casi 25% en 5 años. ¿Hay un tope?

Esta cifra no es real. Ese es el valor nominal, pero en el valor real ha subido menos del 9% y nosotros hicimos una presentación a los REA hace un mes sobre este tema. Según la Encuesta Nacional de Hogares, los ingresos promedio netos anuales han tenido crecimientos, en los cinco quintiles, mayores al 10%. Para ese mismo período, las cinco escalas de pensiones de la PUCP han tenido un crecimiento promedio por debajo del 11%. No estoy diciendo que el quintil 1 le corresponde a la escala 1, pero independientemente de esta relación, ha habido incrementos de los ingresos familiares por encima de los incrementos en las escalas de pensiones de la universidad. Eso dice que, por lo menos en los datos en promedio, no hemos encarecido nuestros servicios educativos. Eso no quiere decir que los ingresos de alguna familia no hayan subido como el promedio.


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